En este inicio del siglo XXI, el desbalance económico, las crisis financieras, la falta de credibilidad en entidades financieras, la corrupción, las políticas pro-bancarias y la emisión de crédito descontrolado para cubrir niveles de inflación nunca antes vistos han sido foco de preocupación en las sociedades de varios países, especialmente en regiones inestables económicamente, como América Latina. Fenómenos como la burbuja financiera de las empresas punto com, el corralito-cacerolazo argentino, la crisis financiera estadounidense de 2008 y la crisis económico-financiera Europea, con sus notables consecuencias en sus respectivos países, demuestran este desajuste monetario presente a nivel global.
A nivel sociológico, las conductas humanas y su relación con el dinero también han ido modificándose vertiginosamente. ¿Cuánto dinero usted lleva ahora en efectivo en su billetera? La virtualización monetaria se encuentra en pleno auge. Los comercios, cuando toman cierta escala y comienzan a vincularse con entidades bancarias, otorgan descuentos exclusivamente a clientes que abonen con tarjetas de crédito. ¿Los bancos estarán perdiendo consumidores? ¿Los comercios se estarán dando cuenta de los beneficios del dinero virtual? ¿Estaremos frente a la desaparición del papel moneda como instrumento monetario presente desde el siglo XVIII?
Las tecnologías de aproximación de dispositivos (NFC – Near Field Communication) y las técnicas de realidad aumentada, se encuentran cada vez más presentes en los dispositivos que llevamos todos los días en nuestros bolsillos. ¿Será una necesidad de educación del mercado? ¿Una necesidad de transformar un hábito de consumo presente hace tantos años?
¿Estaremos frente a un estancamiento del sistema financiero a nivel global? ¿Cómo podemos hacerle frente a esta situación? ¿Debemos seguir confiando a ciegas en el lema de los dólares americanos? Quizás, en este mundo tan digitalizado y binario, una posible respuesta será transferir esta confianza a un entorno más objetivo, más matemático, más razonable. ¿La criptografía será la respuesta? ¿Nos estaremos convirtiendo en una sociedad criptográfica?